Cuatro cosas que me hubiera gustado saber antes de comenzar a estudiar criminología

 

 

Comienzan los cursos académicos, y por supuesto la Universidad, y serán (en España) miles los alumnos que escucharán, y seguro que están deseosos, el pistoletazo de salida para su carrera (de fondo) de criminología. Como ya hemos dicho en el pasado, y seguiremos diciendo, la criminología es sin duda una carrera vocacional, así que imagino que estarán, estos últimos días antes de las primeras clases, nerviosos, reflexivos y repasando todo aquello que, previo en su vida, ha desembocado en querer estudiar, y trabajar, como criminólogos. Algunos, ya sabemos, lo harán impulsados por la televisión y las series (ya sean puramente criminológicas y/o de ciencias forenses). Otros, por lecturas técnicas, por las novelas negras, etc. Y muchos otros, por supuesto, por ambas. Pero todos, con la ilusión de comenzar en el presente, el primer paso para su futuro. Así que, antes incluso de empezar, ánimo y enhorabuena por vuestra elección.

Este artículo no tiene como finalidad el exponer las dificultades ni las benevolencias del grado, sino más bien, con un tono eminentemente práctico, y más general que específico, manifestar cuatro cosas (ni una más ni una menos), que como criminólogo, me hubiera gustado, no tanto saber, porque no son nada del otro mundo, sino más bien conocer, por la importancia que tienen (y que si no se la das al principio irás con retraso y luego costará más) para aprovechar la carrera, los cuatro años, en un sentido más amplio que únicamente como conocimiento técnico (también profesional). Así que ahí van las «cuatro cosas que me hubiera gustado saber antes de comenzar a estudiar criminología»:

  1. Estate atento. ¿A qué me refiero con esto? A que prestes atención a todo lo que puedas. No solo a lo que te enseñen directamente sino también indirecta y periféricamente. Sí, estoy seguro que serás un alumno estudioso en las clases, pero hay aprendizajes criminológicos que van más allá de los 50 minutos de las disertaciones y que te servirán de manera directa y futurible. Por ejemplo, estate atento a cualquier actividad que se desarrolle a este respecto. Muchas serán los propios profesores los que las comenten en clase, pero otras las podrás localizar tú. Una charla de expertos, un coloquio entre profesionales, una mesa redonda, etc. Además no solo aumentarás tus conocimientos, sino que es posible que tus contactos profesionales (que serán importantísimos en el futuro) también se verán reforzados (o incluso comenzarán ahí). Otra de las cosas fundamentales es la bibliografía. Sí, una de las mayores recomendaciones que puedo hacerte es que recopiles las referencias bibliográficas de cada asignatura (que siempre deberán darte) y si bien, tal vez no puedas adquirirlas como estudiante, créeme que en el futuro (aunque creas que no), te será de utilidad. Así que estate atento a todo.
  2. No te distraigas (ni faltes) en las asignaturas que no te gustan. Sí, prácticamente, teniendo el programa de tu universidad delante, sería capaz de adivinar cuáles serán, a priori,  tus asignaturas favoritas y cuáles miras, antes de empezar, con recelo. Estudiar criminología es estudiar una variedad de conocimientos, y como sabemos que es una ciencia, hay asignaturas que se orientan en ello: Metodología, técnicas de investigación, estadística,… Sí, a no ser que seas como el que suscribe, y te atraigan este tipo asignaturas, suelen ser las que más aborrecen los alumnos, al menos al comenzar, sobre todo si las comparamos con medicina forense, perfilado criminal, psicopatología, etc. Pero, de nuevo créeme, si en un futuro quieres dedicarte realmente a la criminología, estas son fundamentales, vitales, y a riesgo de meterme en un charco, sin duda, las más importantes. Como criminólogo debes dominar la estadística mucho antes que la medicina forense.
  3. Céntrate y escoge una especialidad (o varias). Ya sabemos que la criminología es una ciencia multi e interdisciplinar. Y sí, debemos tener un conocimiento general (y cuanto más profundo mejor) pero no podemos abstraernos de la realidad, y es que el mundo, nos guste más o menos, está hiper-cualificado y los profesionales cada vez ejercen con conocimientos y en ámbitos más concretos. Se puede ser técnicamente generalista o específico, ambas son importantes, pero dentro de la criminología, se tiende a lo segundo. Y es normal, puesto que el constructo de la delincuencia tiene tantos matices, tantas aristas, tantas variables, que el conocimiento general no podrá siquiera acercarse a abarcar todas, y el específico se torna indispensable para poder hacer lo que a la postre debe hacerse, que es, solucionar un problema. Así que sé consciente de que vas a tener durante cuatro años un escaparate de posibles especialidades a elegir. Así, cuando finalices el grado, que no es más que la adquisición de ese conocimiento general y generalizado, podrás centrarte en aquel o aquellos ámbitos que más te interesen, y, cuanto más (y antes) claro lo tengas, más ventajas tendrás para adelantarte al estudio más práctico laboralmente hablando.
  4. Habla con los profesores. Sí, además hay un «tipo» de profesor con el que hablar y preguntarle será tremendamente beneficioso si quieres dedicarte realmente a la criminología. Mi consejo es que identifiques aquellos que ya trabajan como criminólogos. Que tienen despacho propio, ejercen de manera autónoma, etc. es decir, que son criminólogos en la práctica. Puede parecer sencillo, pero verás que no lo es tanto. Ya sabemos la dificultad que hay en el mundo laboral, así que si tienes la suerte de contar con más de un par de profesores con esta característica, estás de enhorabuena. Además, estoy seguro que verás una diferencia sustancial, tanto cualitativa como cuantitativamente, en sus clases. Serán atrayentes, con casos reales (suyos) que te presentará de manera total (aspecto que no verás en «ejemplos de otros»), se hará comprender, explicará con casos y ejemplos, etc. Sin duda, las explicaciones que os darán, no solo en términos teóricos, sino sobre todo prácticos, te podrán ahorrar un buen número de quebraderos de cabeza, además, al conocer de primera mano las dificultades por las que has de pasar, de nuevo y por último créeme, sin duda se volcarán en ayudarte en todo lo que puedas, en estos casos, la cooperación entre colegas, al menos lo que yo conozco a este respecto, es enorme.

Pues estos son, muy resumidos, los cuatro puntos que pueden ayudarte, si los tienes en cuenta, al comenzar el grado en criminología. Como decía, no son nada del otro mundo, pero si los pones en práctica, es muy probable que el camino del estudio se haga más liviano, y del futuro profesional, también. Espero que sirva, ya me comentarás, por ahora, disfruta el camino del aprendizaje de la mejor carrera que podías haber elegido.